Todos los años y como una de las excursiones anuales más importantes, las personas usuarias acuden a la Basílica de Candelaria. Esta es, probablemente, la salida más esperada y por ello la más repetida. Durante la visita, las personas usuarias tiene libertad para ver la iglesia, disfrutar de los alrededores dando un paseo e incluso para comprar distintos recuerdos del lugar si así lo desean. Tras disfrutar del entorno, se realiza un picnic en un lugar adaptado donde las personas usuarias almuerzan al aire libre la comida preparada previamente por el personal de cocina del hogar.
La excursión fue disfrutada de manera importante por las personas usuarias ya que a la vuelta comentaron y hablaron de ella con el resto del personal del centro.